Sonrisas cómplices

Seguimos aquí, un día más con un frente ya definido y marcado: NeaKavala. Las mañanas se pasan con niñxs trepándonos por todo el cuerpo, mientras intentamos sacarles sonrisas y olvidar por un momento su entorno y sus recuerdos teñidos de escenas que ningunx niñx ni ser humano debería ver.

Poco a poco nos vamos sumergiendo en la cotidianidad del campo y de sus habitantes. Aparecen ante nuestros ojos familias que aún viviendo una situación injusta e indignante, abren sus hogares (que no son más que haimas en medio de la nada) y nos ofrecen lo poco que tienen.  Se percibe frustración, impotencia y tristeza al ver que miles de vidas han sido paralizadas y su único destino es esperar un papel que les deje retomar lo que dejaron en sus países. Otros sólo esperan a que la guerra cese y poder volver. No se está hablando simplemente de una guerra civil en Siria, sino de un conflicto a tres bandas donde el ISIS causa el terror y la barbarie en otros lugares como Irak. Familias kurdas, iraquíes y sirias malviven en las pistas de aterrizaje de un aeropuerto abandonado con unas instalaciones militarizadas que dejan mucho que desear. Una ducha cada 130 personas, ninguna capacidad de cocinar en las tiendas y un reparto insuficiente de comida.

A pesar de todo, lo peor sigue siendo la desesperanza, la falta de proyectos de futuro y el aburrimiento, que acelera el ritmo de los pensamientos. Además, los conflictos internos están latentes, y cualquier situación de tensión (especialmente los repartos de comida y agua) puede desencadenar en peleas físicas. Por esto, y dado que tampoco podemos abarcar todas las necesidades materiales individuales, nuestras intervenciones son fundamentalmente organizar actividades lúdicas y proveer lo necesario para que tanto el Colegio como el nuevo Espacio de Mujeres funcionen. En ambos casos, la idea es que sean lxs propixs refugiados quienes se involucren y aporten sus ideas y habilidades. Junto con otrxs voluntarixs independientes, esta semana pondremos en marcha el Espacio de Mujeres, un lugar para que ellas mismas se encuentren y organicen sus propias actividades. Respecto al colegio, nuestra función fundamental está siendo realizar juegos con los niñxs por la mañana, y hoy hemos decidido intentar ocupar también sus tardes, con actividades culturales, canciones y gymkanas. Las sonrisas de agradecimiento, la fascinación hacia una simple pintura y las miradas de complicidad de las madres son la mejor recompensa que podríamos tener.

Isa, Nuria, Annabel